Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos o a recordar. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres y abandonarlo todo por el miedo, no convertir en realidad tus sueños. Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor. Queda prohibido dejar a tus amigos, los grandes y los chiquitos. Queda prohibido no ser tú ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal de que te recuerden y sobre todo olvidar a la gente que te quiere. Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última. Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, todo porque sus caminos han dejado de abrazarse, olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas y no entender que cada uno tiene su propio camino. Queda prohibido no  crear tu historia, no tener tiempo para los demás, no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita. Queda prohibido no buscar tu felicidad, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti este mundo no sería igual.